martes, 7 de diciembre de 2010

PRESAGIO; Andrea Cote.




La muerte es un juego que perdemos.


Es preciso, en tanto,


no agotarse


arrancarse el pecho del pecho,


escondérsele para siempre a la sombra,


no dejar aroma en los cuartos,


no abarrotar el olvido.


De todas formas


uno se va a la muerte con hambre.