miércoles, 30 de agosto de 2017

HOMBRE SENTADO EN UN ESCAÑO DE PIEDRA ; Romulo Bustos Aguirre



Justo es imaginar que viene de muchas partes
sin cicatrices visibles
Imaginar que ha mirado todos los horizontes
bebido de toda agua
Habrá entendido ya que hay tanto de trampa
en esta vida
de la que sólo ha rozado su misterio
Podemos incluir dos o tres remordimientos
que nunca faltan en el inventario de un hombre
Imaginar también su vuelta lenta a una estancia
verlo hundirse bajo las sábanas 
y repetir puntual
este viejo ensayo de la muerte.

ELLA VENDRÁ ; Dario Jaramillo Agudelo



Volando o de golpe, como quieres
o sigilosa y lenta:
serás tu corazón esperándola,
serás solamente una de tus vísceras,
serás tu estómago tratando de digerirla
o tu pulmón que la recibe mientras  le dices adiós al aire.
Inexorable por a o por be
ella vendrá
la única segura,
ella vendrá intempestiva o anunciándose.
Tú la prefieres gentil: una noche te acuestas a dormir
y antes de amanecer, sin despertarte,
ella te abrazará para siempre.
Pero no sabes.
Al menos un avión que se desploma
no causa tantas molestias y esperas angustiosas.
Ella vendrá, tal vez haciéndose esperar, anunciándose.
Ella vendrá, a lo mejor intempestiva,
ella vendrá y entre tanto
sin el cuándo y el cómo
cada vez esta más cerca
en cada instante que transcurre
eres más y más de ella,
la segura.



martes, 6 de junio de 2017

POEMA CON GATO; Luz Mary Giraldo



Como el gato
el poema se niega a la caricia.
Juega 
camina caprichoso
busca el lugar más elevado
salta
rechaza el sitio inhóspito
            desciende
            husmea
            escarba 
aleja la carroña
           las cenizas
deja en silencio la soledad
           y la palabra. 

ALBEDRIO; Hernando Guerra Tovar



De los escombros elige el que te guste.
Hay azules cielo despejado,
Para aquellos que sueñan paraísos 
donde la luz no alcanza.
Hay verdes, como el vientre del bosque,
colmados de hojas y de alas.
Los hay rojos como la sangre
que se vierte en cada guerra, en todo vino.
De los escombros elige el que te guste.
Hay variedad de grises olor a bruma.
El negro escondido en algún rincón de la tiniebla.
El blanco páramo.
El que inventa...

martes, 30 de mayo de 2017

LA NOCHE; Alejandra Pizarnik



Poco sé de la noche
pero la noche parece saber de mí,
y más aún, me asiste como si me quisiera,
me cubre la conciencia con sus estrellas.

Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte.
Tal vez la noche es nada.
Y las conjeturas sobre ella nada
y los seres que la viven nada.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los siglos
que nos arañan el alma con sus recuerdos.

Pero la noche ha de conocer la miseria 
que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella ha de arrojar odio a nuestras miradas
sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros.

Pero sucede que oigo la noche llorar en mis huesos.
Su lágrima inmensa delira 
y grita que algo se fue para siempre.

Alguna vez. Volveremos a ser.

CONVERSACIÓN CON MI HIJA ; Maria Mercedes Carranza


Muchas cosas pasarán sobre tu cuerpo
lluvia, deseos, labios, tiempo
gastarán tu piel y por dentro tu alma.
A menudo tendrás que saludar 
a la fe, a la esperanza,a la caridad.
Son cuestiones inevitables,
usa la cortesía y santas pascuas.
Te acosarán a respuestas blanco sobre negro
y viva la civilización, te gritarán
y cuando entiendas por fin que el mundo
es redondo habrás perdido para siempre.

Sobre tus hombros la llevarás,
a la civilización te digo,
vestida de gringa, o de sueca o de japonesa:
esta dama lee a Platón,
se bendice la axilas con desodorantes,
toma coca cola y no permite
que la saluden con el sombrero puesto.
Usa siempre la cortesía y 
no se te olvide, hija
lavarte los dientes todas las mañanas
y apagar la luz antes de dormir.

jueves, 13 de abril de 2017

CONCIENCIA; Mario Benedetti







La conciencia es ubicua
la siento aveces en el pecho
pero también esta en las manos
en la garganta en las pupilas
en las rodillas en los pulmones
pero la conciencia más conciencia
es la que se instala en el cerebro
y allí ordena prohíbe festeja
y hasta recorre interminablemente
los archipiélagos del alma

la conciencia es incómoda
impalpable invisible pero incómoda
usa el reproche y las bofetadas
las penitencias y el sosiego
las recompensas y las paradojas
los gestos luminosos y los libertarios
pero la conciencia más conciencia
es la que nos aprieta el corazón
y vaga por los canales de la sangre.



jueves, 2 de marzo de 2017

LAS PALABRAS PERDIDAS; Gonzalo Marquéz Cristo



Alguien descifra la escritura de la lluvia y sin embargo
no puede escapar

Un alud de imágenes nos extravía la palabra; acudimos 
al grito y al llanto, a veces a la indiferencia, pero sabemos que necesitamos de la guerra para ser inocentes.

Todo lo ha ofrendado la ceniza

Desde que desenterramos a la noche desaparecieron 
las más profundas alianzas y nuestros perseguidores pueden encontrarnos.

Una herida siempre recuerda la vida, todo nacimiento 
procede de su túnel. Un árbol arde en nuestros ojos de agua.

La verdad- es decir lo prohibido -, impone su reino de terror...
y hemos decidido habitarlo con las manos entrelazadas.

Creímos que la poesía nos enseñaría a morir...

Persistimos... Con frecuencia hacemos la extraña sonrisa
del miedo. Sí, huimos, la soledad convertirá a alguien en 
víctima. Por eso la palabra se pasa de mano en mano para construir una morada invisible.

A veces para sobrevivir renunciamos al conocimiento.

Y cuando todos duermen escribimos... Pero un poema es el 
fósil de un sueño, el cadáver de un dios..

¿Aún podremos salvarnos?

ZOO ILOGICO ; Mario Benedetti.


Una mona nupcial espulga tiernamente
al chimpancé que trama su próximo adulterio.

Cuatro hienas giocondas se sonríen
y las hormigas trepan sobre el oso hormiguero

 al camello le pican las jorobas
sueña el lirón que está duermiendo

un águila imperial vuela y revuela
en la jaula gigante que es ahora su imperio

el áspid vive henchido de cleopatra
el cándido hipopótamo desplaza su universo

el león ya no ruge/ carraspea
y abandona sus viejas glorias en el estiércol

el elefante añora el bazar de su fama
la cierva mira irónica las astas de su ciervo

la espléndida jirafa es un lugar común 
a nadie le interesa la esbeltez de su cuello

las avestruces odian a su vecino ñandu
ese pariente pobre/ ese remedo

los pingüinos/ conscientes de su alcurnia
son plenipotenciarios del invierno

en su laguna verde/ silenciosa e inmóvil
cocodrilos circulan como balsas de cuero

los delfines se burlan de la vida y de la muerte
pende en su ergástula el murciélago

y el homo sapiens/ sólo / entre tantas criaturas
finge creer que el mundo es apariencia y juego

a pesar de que sabe que hoy y mañana y siempre
lamerá sus barrotes como otro prisionero.

martes, 31 de enero de 2017

ORACIÓN; Juan Gustavo Cobo Borda



Tu piel
la sabiduría de tu piel
recóndita frescura
la enfermedad de tu piel
antídoto
resurrección húmeda
las palabras de tu piel
desconocida
tu piel esbelta
estricta piel
las cicatrices
y el llanto de tu piel
el espejismo de tu piel
desvelada tortura
la piedad generosa
de tu piel
sensible
los nervios de tu piel
hasta decir no más
hasta llenar el cuarto
invadir la ciudad
cubrir todo cuanto
miro
       veo
toco.

POEMA DE LA PROFUNDA DESPEDIDA; Hector Rojas Herazo



Por última vez 
toma el íntimo fuego de mis manos
y el brillo de mis ojos en tu cuerpo.
No olvides la manera que teníamos
de andar entre los seres
y  de mirar el agua y las palomas.
No olvides el color de los almendros
ni el ojo de las bestias
ni el brocal de los ojos conocidos.
Por última vez
toma esta torre y esta tarde amada
que se irán con tu sangre para siempre.
Toma el sabor maduro de los frutos
y el color de mi piel y de mi traje.
Por última vez 
contempla la estatura de mi cuerpo,
la forma de mis labios
y el beso de mi voz en tus cabellos.
Por última vez
bebe el sonido transparente y vago
del cielo entre los árboles inmensos.
Y recuerda la lluvia y los caminos
cuando éramos los dos una mirada
repetida en la niebla por el viento.
No olvides las palabras detenidas
como pájaros ciegos y vencidos
ni el latido profundo de mis venas
al dejar nuestras huellas en la arena.
Recuerda la frescura de los cántaros
a la hora del azahar y de los besos.
No olvides las estrellas
miradas por los dos bajo la bruma.
No olvides mi manera
de ser feliz ante los hechos simples:
de tirar piedrecillas en el agua
de cantar en la yerba
o de mirar el vuelo de las nubes
en el húmedo cielo de tus ojos.
Ahora sabrás esta costumbre mía 
de regalarte cosas fugitivas:
el aroma de un huerto, la mañana
durmiendo sobre un lirio estremecido,
una palabra vaga
o una espiga sin sabia ni sentido.
Por última vez
toma el dolor de este silencio mío,
toma la olaridad de mi agonía;
mira el muro de yedra envejecida, 
el patio solitario
y esta breve colina donde flota
el herido temblor de mi pañuelo.
Escucha siempre este secreto llanto
que resbala sin rumbo por mis huesos.
Toma mi soledad y mi dulzura
y viaja con mi nombre hasta la muerte.