jueves, 23 de octubre de 2014

EL SILENCIO; Nicolas Suescún



El silencio se me viene encima,
se me van las palabras,
y entonces, como un carpintero sin madera
pido un pequeño plazo para acabar la mesa
Y mientras recibo la madera
sueño que ya está terminada
con todas sus cuatro patas
y sus setenta centímetros de altura,
amplia, sencilla, sólida y pulida,
buena para comer y para trabajar
y para hablar las horas y las horas.