jueves, 18 de febrero de 2010

SOBREVIVIENTES ; Mario Benedetti.


Cuando en un accidente

una explosión

un terremoto

un atentado

se salvan cuatro o cinco

creemos

insensatos

que derrotamos a la muerte


pero la muerte nunca

se impacienta

seguramente porque

sabe mejor que nadie

que los sobrevivientes

también mueren.

MUERTE REITERADA; Rogelio Echavarría.


Con mi mañosa lentitud

engaño a todos, no a la muerte.


¿Qué prisa tengo para ver

abiertos ojos, ciega muerte?


Cien pasos doy para atrás

pero la muerte los advierte.


Y si comienza ya a morir,

morir después...dudosa muerte!


Yo no le temo, no , al morir.

Temo al pavor que da la muerte.


Ojo por ojo, hueso por

hueso, la muerte cobra vida.


El poeta es un hombre que

vive y convive con la muerte


y que deambula con su muerte

por tenebrosos ambulacros.


Toda muerte que no es la

mía es sólo simulacro.


La tierra gira bajo mis

pies pero el cuerpo no lo siente


mas cuando caiga muerto irá

quieto y veloz en su corriente.

LAS DOS BUENAS HERMANAS ; Charles Baudelaire.


Libertinaje y muerte son dos buenas muchachas,

pródigas de sus besos y ricas en salud

cuyo virginal flanco, que los harapos cubren,

bajo la eterna siembra jamás fructificó.


Al poeta siniestro, tara de las familias

valido del infierno, cortesano sin paga

entre sus recovecos, muestran tumba y burdel,

un lecho que jamás la imquietud frecuentó.


Y la caja, la alcoba, en fecundas blasfemias

por turno nos ofrecen, como buenas hermanas,

placeres espantosos y dulzuras horrendas.


Licencia inmunda ¿cuándo por fin me enterrarás?

¿Cuándo llegarás , Muerte, su émula fascinante,

a injertar tus cipreses en sus mirtos infectos?


lunes, 8 de febrero de 2010

UNIDAD; Manuel Bandeira.


Mi alma estaba en aquel instante

fuera de mí, lejos, muy lejos.

Llegaste

y desde entonces fue verano,

el verano con sus palmas, sus calores sofocantes y

sus vientos de anciosa mocedad.

En vano tus caricias insinuaban quebranto y molicie:

el instinto de penetración ya despertado

era como una saeta de fuego.

Fue entonces que mi alma fue llegando

fue llegando de muy lejos,

fue llegando

para de pronto vibrar en mí violentamente y sacudirme todo

en el momento feliz de la unidad.

AMANTES; Jorge Gaitán Durán.


Somos como son los que se aman.


Al desnudarnos descubrimos dos monstruosos

Desconocidos, que se estrechan a tientas,

Cicatrices con que el rencoroso deseo

Señala a los que sin descanso se aman.

El tedio, la sospecha que invencible nos ata

En su red, como en la falta dos dioses adúlteros.

Enamorados como dos locos.

Dos astros sanguinarios, dos dinastías

Que hambrientas se disputan un reino,

Queremos ser justicia, nos acechamos feroces,

Nos engañamos, nos inferimos las viles injurias

Con que el cielo afrenta a los que se aman.

Sólo para que mil veces nos incendie

El abrazo que el mundo son los que se aman

Mil veces morimos cada día.


Desnudos afrentamos el cuerpo

Como dos ángeles equivocados,

Como dos soles rojos en un bosque oscuro,

Como dos vampiros al alzarse el día.

Labios que buscan la joya del instante entre dos muslos,

Boca que busca boca, estatuas erguidas

Que en la piedra inventan el beso 

Sólo para que un relámpago de dos sangres juntas

Cruce la invencible muerte que nos llama.

De pie como perezosos árboles en el estío,

Sentados como dioses ebrios

Para que me abracen en el polvo tus dos astros,

Tendidos como guerreros de dos patrias que el alba separa,

En tu cuerpo soy el incendio del ser.