Dos cuerpos que se juntan desnudos
Solos en la ciudad donde habitan los astros
Inventan sin reposo el deseo.
No se ven cuando se aman, bellos
O atroces arden como dos mundos
Que una vez cada mil años cruzan el cielo.
Solo en la palabra, luna inútil, miramos
Cómo nuestros cuerpos son cuando se abrazan
Se penetran, escupen, sangran, rocas que se destrozan,
Estrella enemigas, imperios que se afrentan.
Se acarician efímeros entre mil soles
Que se despedazan, se besan hasta el fondo,
Saltan como dos delfines blancos en el día,
Pasan como un solo incendio por la noche.
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