miércoles, 9 de junio de 2010

CASIDA DE LA MUJER TENDIDA; Federico García Lorca.




Verte desnuda es recordar la tierra.


La tierra lisa, limpia de caballos.


La tierra sin un junco, forma pura


cerrada al porvenir: confín de plata.




Verte desnuda es recordar el ansia


de la lluvia que busca el débil talle,


o la fiebre del mar de inmenso rostro


sin encontrar la luz de su mejilla.




La sangre sonará por las alcobas


y vendra con espada fulgurante;


pero tu no sabras dónde se ocultan


el corazón de sapo o la violeta.




Tu vientre es una lucha de raíces,


tus labios son un alba sin contorno,


bajo las rosas tibias de la cama


los muertos gimen esperando turno.

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