Vi tu cuerpo onduloso,exuberante
como un lirio de amor,
acercarse insinuante
henchido de pasión
y puse así en tus labios
todo el encanto de mis sabios besos.
¡Busco un hombre! - dijiste -,
busco un hombre armonioso
de cuerpo, y alma triste
y en el placer hermoso...
Y apasionado yo estreche tu talle
buscando sólo que tu boca calle.
Pero tú no callaste todavía
y trémula de gozo
pedías aún el hombre triste y bello
que, en un espasmo, te apretaste el cuello.
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