miércoles, 4 de junio de 2014

EL AGRESOR OCULTO ; Raúl Gómez Jattin



Me enveneno la vida
Me sustrajo de mi movimiento natural
Y me entrego a las sombras
de los amores no correspondidos
Me trastocó los sueños
metiéndose como un conspirador entre sus grietas
que hablaban de partidos y de adioses
Mientras tanto mi alma 
acostumbrada a la desgracia
lo veía hacer
como un condenado que presencia 
el levantamiento del patíbulo.

3 comentarios:

  1. No se escoge la muerte: a ella se llega acorralado por la propia vida ...

    ResponderEliminar
  2. Hasta el fin está batalla -que otros apellidan vida- está perdida de antemano ...

    ResponderEliminar
  3. El recuerdo del dolor constante, nos lleva a las repeticiones....hermoso texto!!!

    ResponderEliminar