lunes, 21 de diciembre de 2009

EL GUSTO DE LA NADA; Charles Baudelaire


Hosco espíritu, otrora ávido de la lucha,

la Esperanza, que ayer atizaba tu ardor,

no te espolea ya más: tiendete sin reparo,

caballo cuyos cascos por doquier tropezaron.



Resignate, alma mía : duerme un sueño de bruto

¡Extenuado espíritu! Para ti, oh asechante,

no menos que la lucha, perdió gusto el amor.

¡Adios, sonoros cobres y suspiros de flauta!

¡No tenteís más placeres, a un corazón sombrío!



¡La primavera amada ha perdido su aroma!


Y me devora el Tiempo minuto tras minuto

como la inmensa nieve al ya rígido cuerpo;

contemplo desde lo alto la redondez del globo

y renuncio a buscar de una choza el abrigo.



Avalancha, ¿ pretendes llevarme en tu caída?

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